lunes, 11 de marzo de 2013

Tu pequeño cofre de madera y esa tela...

Me encanta hacer limpieza en el trastero de vez en cuando por que siempre aparecen cosas muy chulas aunque durante algún tiempo bastante olvidadas. 
Y son cosas tan sencillas pero tan bonitas y perfectas para transformar que de repente me viene la inspiración y digo:" ¿Por qué no te he encontrado antes? ¡Ya sé lo que voy a hacer contigo!"

Reconozco que suelo guardar todo lo que en un futuro puedo reutilizar y también lo que me encuentro por ahí y sé que puede servir para crear algo útil y particular.
Y al final, todo acaba en ese trastero porque sé que tarde o temprano volveré a limpiar y a rebuscar. Y entonces algo surge...


Y apareció esa caja de madera que es su día creo que guardaba un reloj, regalo de hace ya bastantes años.


¡Era genial! La madera de la caja era nueva, en crudo y con posibilidad de hacer tantas cosas distintas que en cuanto la vi supe que el trabajo sería bastante  fácil y rápido y el resultado sería único y original. Y entonces pensé en alguien especial.




Era perfecta para transformarla y hacer un pequeño cofre decorativo. Podrías guardar algún pequeño recuerdo...:




Comencé lijando toda la caja siempre en la dirección de la veta. Y la verdad es que con un lijado rápido fue suficiente.


A continuación, apliqué un poco de cola para madera en algunas de las piezas de la caja por que se desmontaban con sólo mirarlas y después reforcé algunas partes con unos clavos muy finos de 2cms aproximadamente. La verdad es que era suficiente sólo encolando estas piezas pero preferí dejarlo perfectamente terminado.




Ya estaba lista para empezar a cambiarla. Lo primero que hice fue aplicar la primera mano de barniz para ir fortaleciendo la caja. Para ello sólo diluí el barniz con un poco de disolvente y de este modo haría las veces de tapa poros.


Una vez seco, apliqué una segunda mano de barniz para que fuese cogiendo el tono sapelly que tanto me gusta. Creo que le di incluso una tercera mano y la deje secar bien antes de comenzar a forrar la caja por dentro. 
Esto va en gustos, incluso sólo con la primera mano, con ese tono Iroko ó caoba, no sé, que es más marroncillo, ya quedaba chula. Pero yo busqué el tono más rojizo.




Para forrar la caja por dentro simplemente corté cartón prensado de unos 2mm espesor a la medida de cada pared y del fondo.

(¡OJO! antes de forrar el cartón con la tela probad éste en las paredes y en el fondo de la caja para comprobar que las medidas cuadran. Si no, iremos cortando poco a poco el cartón hasta que encaje bien. Una vez comprobado, podremos forrarlo con la tela)

Para pegar la tela al cartón apliqué un hilo de adhesivo en el extremo de ésta por la parte de atrás y otro hilo de adhesivo a la altura del cartón donde caería la misma. Dejé secarlo unos minutos y después uní las dos partes. (Si aplicamos adhesivo en todo el cartón, éste traspasará la tela y se verá toda la mancha de pegamento). 
Entonces comencé a pegar las piezas forradas a la caja comenzando por el fondo. No fue muy difícil por que el interior de la caja era muy pequeño así que el cartón se podía manejar muy bien a la hora de pegarlo en la madera. Los milímetros son importantísimos ya que todas las paredes forradas tienen que quedar a la misma altura. Primero por que aunque parezca mentira, 2 ó 3 milímetros de diferencia se notan con respecto a otra pieza que encaje bien y segundo por que hay que lograr que todas las piezas queden al mismo nivel para que la tapa de la caja cierre correctamente.


Finalmente, quedaron así las cuatro paredes y el fondo de la caja:




Para darle un toque original y aprovechar todo el espacio del interior de la caja, hice un doble fondo con el cartón que me sobró y un trocillo de retal que quedó de tela.
Y seguí el mismo procedimiento que para forrar las demás piezas: medí ancho por largo de la caja, corté y probé el cartón y pegué la tela.

Finalmente, para sujetar el doble fondo coloqué unos clavitos muy pequeños de 1 cm de largo, sin clavarlos demasiado, en las cuatro esquinas de la caja a la altura que quería que descansase el doble fondo:



Y pegué en el centro y por la parte de atrás del doble fondo una cinta para poder sacarlo con comodidad:










¡Qué! ¿ha cambiado? Este es el resultado:



Es un detalle muy original para regalar a alguien especial. Para mí, único. 

6 comentarios:

  1. Que maravilla!!!!!!
    A ver cuando empiezas con cosas para niños.
    Sigue así.

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  2. muy bien sonia me a gustado sobre todo el doble fondo
    felix

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  3. Gracias Felix!! Creo que el doble fondo es una buena manera de ganar espacio. A mi me encanta!!!

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  4. Muy bonita ¡¡¡ Sigue sorprendiéndonos.
    Paquita.

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