Siempre me llena de alegría cuando piensan en mi para recuperar cualquier pieza bonita, de cualquier estilo o de cualquier época.
Y esta vez apareció en mis manos esto:
Una vieja Olla de barro muy sucia pero super chula. Era grande y no estaba muy deteriorada. A mi me encantaba.
Había estado guardado en un trastero durante mucho tiempo y ahora había llegado el momento de darle un lavado de cara y una segunda oportunidad.
Supongo que tendría una tapa para la parte de arriba y un anafre para la parte de abajo donde irían las brasas para calentar la olla.
En los brazos de la Olla se podía apreciar el sello del alfarero que lo hizo: " Arturo Vinagre. Fabrica de Loza. Mérida".
A mi es que estas cosas me emocionan mucho. sobre todo por la artesanía de cada pieza y del trabajo tan notable de cada artesano.
Mirándolo detenidamente, sólo necesitaba una buena limpieza y un buen acabado para dejarlo de nuevo bonito y brillante.
Los brazos de la olla estaban un poco deteriorados por golpes y desconchones pero realmente eso era lo bonito y lo que mas me gustaba: el paso del tiempo de esta pieza tan especial.
Los brazos de la olla estaban un poco deteriorados por golpes y desconchones pero realmente eso era lo bonito y lo que mas me gustaba: el paso del tiempo de esta pieza tan especial.
Después de lavarlo y limpiarlo muy bien, ya podía empezar a barnizarlo de nuevo.
Una vez más iba a utilizar el acabado que tanto me gusta: goma laca. Recordáis proyectos? Limpieza fácil y rápida del lebrillo, Decorando un antiguo lebrillo de barro
Empecé a aplicar manos de goma laca. Una detrás de otra. Fijaos qué maravilla:
Estaba muy emocionada por que se había recuperado de una manera rápida y fácil y definitivamente me parecía una pieza muy especial.
No recuerdo las numerosas manos que le apliqué de goma laca pero el resultado es una pasada.
Fijaos qué diferencia:
Había estado guardado en un trastero durante mucho tiempo y ahora había llegado el momento de darle una segunda oportunidad: