miércoles, 28 de enero de 2015

Un cambio de imagen para el gran baúl

Una de la pocas piezas que conservo de mis abuelos es este gran baúl que pude traer de su casa del pueblo. Tuvo que pertenecer a la mamá de mi abuela.. o de mi abuelo... eso nunca me lo dejaron claro.
Desde que yo era muy pequeña recuerdo ese baúl en una de las habitaciones de la casa, siempre lleno de mantas y ropa muy antigua.
Los baúles siempre han sido mi debilidad y este, en concreto, siempre me ha parecido una preciosidad. 

Una pieza tan especial, tan grande, con esos colores tan llamativos, tan viejito... y lleno de recuerdos.
Un día, hace algún tiempo, decidí llevarlo a mi casa. De esta manera, cada vez que lo mirase me acordaria de mis abuelos y eso era lo mas bonito.
La verdad es que el baúl no estaba muy dañado. De hecho me gustaba muchisimo así, tan viejito, con sus relieves de colores y tan oxidado.
Pero la idea que tenia para el baúl era otra. Y muy sencilla...


Como os he dicho, pude traerlo de la casa del pueblo para restaurarlo. 
Después se quedaría en mi habitación por mucho tiempo así que necesitaba cambiar un poco su imagen. 
Y empecé...
Primero limpié bien las chapas del baúl para quitar el oxido y al mismo tiempo la pintura de las mismas.

Es lo que me llevó más tiempo pero una vez conseguí limpiar las chapas, con mucha paciencia, elegí una pintura sintética especial para metal color gris azulado. 
Y comencé a cambiar todo el color del baúl. El cambio ya era muy grande y hubo un momento que pensé que no iba a quedar como tenia en mi cabeza... Pero esa idea sólo me duró un par de segundos.
A la madera del resto del baúl le apliqué una pintura sintética satinada negra para dejarlo más luminoso, limpio y bonito.

 

Quedó muy bien y, además seguían viéndose los fantásticos relieves del baúl. 
Exteriormente el baúl estaba listo pero aún quedaba la parte interior que, fue lo mejor.

Para el interior del baúl aproveché el papel que ya tenia y que estaba muy, muy bien conservado. Sorprendentemente el papel solamente estaba despegado pero no estaba roto por ningún sitio. El estampado del papel era MA RA VI LLO SO... Me gustaba un montón así que ni me lo pensé y con mucho cuidado fui pegando todas las paredes del baúl con un poco de cola blanca y, practicamente quedó como nuevo.
Me encantaba ese papel, me encantaba ese olor, esos colores...

Si, ya se que el cambio no ha sido tan radical como otras veces, simplemente he cambiado un poco su imagen pero ahora está limpio y protegido de óxido por fuera y perfectamente arreglado por dentro.
Ahora está en mi casa, por eso, cada vez que lo miro me acuerdo de mis abuelos, en su casa, nuestros recuerdos se quedan conmigo y eso es lo mas bonito.


sábado, 3 de enero de 2015

Otra utilidad para unas ventanas viejas

No hace mucho tiempo, una mañana salia por la puerta de mi casa tempranisimo para ir a trabajar. Aún no había amanecido y estaba muerta de sueño. Me dirigía al coche y de repente, aparecieron cerca de mi casa, abandonadas en la calle, dos pequeñas ventanas de madera tan sucias pero tan preciosas que fue imposible resistirse y, sin pensármelo, las cogí con unos trapos que llevaba en el coche, las cargué en el maletero y me fui tan feliz al trabajo con la idea de que había conseguido las piezas mas chulas del mundo!!
Mirad:

 
Tenia muy claro lo que iba a hacer con una de las ventanas. Algo muy fácil y rápido.
Lo primero que hice fue darle un lavado bestial con agua y mucho, mucho jabón. Tenía que eliminar toda la suciedad de la ventana y después empezaríamos a darle el cambio.

Entonces, esto empezaba a ser otra cosa. La ventana limpia era super bonita. El color de la madera me gustaba un montón y los nudos eran una autentica maravilla.
Pero para este mini proyecto decidí hacer algo original y darle otra utilidad a la ventana. Seria un trabajo muy sencillo, fácil y muy muy original. 
¡Iba a quedar muy chulo!
Después de limpiar la ventana y una vez que secó muy bien procedí a imprimarla directamente y decidí cómo iba a pintarla.
Primero apliqué pintura de imán a los bordes de la misma. Comencé a darle capas para que el resultado fuese perfecto. Posiblemente pude aplicar entre 6-8 capas o quizás más. La verdad es que dejé de aplicar capas cuando comprobé que realmente los imanes se adherían a la ventana.
Después pinte el centro de la ventana con pintura de pizarra. 
Esta vez apliqué un par de manos que serian suficientes.
Así:
pintura imán
pintura pizarra
Me gustan muchísimo las fotografias. Siempre me gusta inmortalizar cualquier momento importante de mi vida para despues poder mirarlas y recordar cada momento con una sonrisa.
Tambien me gustan mucho los imanes. Sip, de esos que ponemos en nuestra nevera y ya tengo una coleción muy chula. Siempre que viajo me traigo alguno para mi colección o me traen alguno de algún pais o alguna ciudad bonita. ¡¡Me encantan!!
Así que decidí dar una utilidad original a la ventana y combinar mis recuerdos más divertidos con algo esencial que no puede faltar en la cocina.
Cuando secó bien, lo colgué en el espacio perfecto para mi cocina.Y este fue el resultado:



Tengo infinidad de fotos con recuerdos muy divertidos: Mis últimos viajes, reencuentros con personas a las que quiero mucho, las celebraciones mas alocadas con mis amig@s o reuniones  y momentos familiares... 
Y ahora, junto con mi colección de imanes tengo todos los recuerdos que quiero y al mismo tiempo un recordatorio de las cosas que no pueden faltar en mi cocina ni en mi nevera!
Es fácil, útil, divertido y original. Todo se puede transformar y reutilizar.
Qué os parece??