martes, 10 de septiembre de 2013

Limpieza de una mesilla camarera lista para servir

Mi amiga Eva tenia en la terraza de su casa una antigua mesilla camarera llena de polvo y suciedad. Era una camarena muy chula que no se utilizaba. Yo no sé el tiempo que llevaba abandonada allí...
Cuando me mandó una foto y me preguntó si podía hacer algo con ella creo que tardé 1 minuto en contestarla. "¿Tú que crees?" la respondí...
Me faltó tiempo para traerla y verla tranquilamente para empezar cuanto antes. Era preciosa.
Este tipo de muebles me gustan mucho por que sirven como muebles auxiliares cuando tenemos invitados en casa o simplemente como decoración.
Y esta en particular era muy muy bonita:
Era muy original por que las dos bandejas de la camarera eran de madera de roble y el resto era de madera de haya. Por eso los colores variaban tanto. Y tenía dos grandes ruedas que me gustaban mucho. En general, era perfecta.
Pero sucia... tan sucia...

La camarera no estaba muy deteriorada pero sí tremendamente sucia. No era muy estable por que habia partes desencoladas y, además, tenía algunas piezas rotas.
Ni lo pensé dos veces, la desmonté entera con mucho cuidado por que al final iba a ser más fácil y más cómodo limpiar las piezas por separado.
Utilicé productos muy fuertes y un estropajo de los verdes y comencé a frotar las bandejas con suavidad. Inmediatamente iba saliendo toda la suciedad:


Fijaos que diferencia hay de la parte superior de la foto a la parte inferior!!
Y despues limpié el resto de la camarera.. patas, agarre, portabotellas,  ruedas...
Encolé la parte del agarre de la bandeja que estaba a punto de desarmarse y algunas piezas de las patas. 
También hice un molde con resina para arreglar una pieza de los embellecedores que estaba partida por la mitad. Fijaos en la foto:


Cuando terminé de limpiar toda la camarera y se secaron las partes encoladas y la resina, empecé a aplicar una primera mano de un barniz incoloro para dejarla totalmente nueva. Y después una segunda mano.
Iba quedando así:


Cuando mi amiga Eva vino a recogerla yo estaba impaciente por ver su cara. También estaba un poco nerviosa.
Su primer comentario al verla fue: "¡Wow! pero ¿Es mi camarera? ¿Es la misma?"... Y entonces me relajé y en ese mismo momento supe que habia superado sus espectativas. Es mi mejor recompensa. Ella alucinada y yo feliz y satisfecha. :)
Así quedó:



  Lista para volver a utilizarse. Ahora, bonita. :)