martes, 16 de abril de 2013

Dando un toque moderno al esquinero que no quisieron...

He llegado a pensar que  mi pasión por la restauración llega a rozar la obsesión.
Y es que un día regresando a mi casa vi como abandonaban un esquinero al lado de unos contenedores. Aunque me encontraba aún lejos podía ver que igual tendría alguna posibilidad pero también supuse que si estaba ahí era por algo.
Cuando me acerqué para verlo no me lo podía creer. Estaba allí pero por más que lo miraba yo no encontraba ningún motivo para tirarlo. Las baldas estaban bien, no cojeaba y ni siquiera estaba sucio...
Y yo ni me lo pensé y dije: "Tú te vienes conmigo. Veremos que te puedo hacer y ya te buscaré un lugar". Así que lo cogí y me fui tranquilamente a mi casa.
El esquinero era de madera DM. Es un aglomerado que se elabora con fibras de madera prensada con resinas sintéticas mediante presión y calor hasta conseguir una densidad media (DM).
Tampoco iba a ser muy complicado darle un cambio y me parecía un mueble perfecto para lacar.
Lo primero que hice fue dar un lijado rápido con una lija  de agua de 320. La verdad es que se lijaba muy bien y después lo limpié.


A continuación hice un poco de masilla con un pelín de escayola (polvos) y un poquito de cola blanca. Mezclé bien hasta conseguir una pasta y lo apliqué en todos los agujeritos o desperfectos que había en el esquinero. Tampoco hice mucha cantidad por que realmente lo iba a aplicar en un par de picotazos como muestra la foto:
La masilla hay que aplicarla una vez hecha la mezcla ya que tiende a secarse muy rápido.
(Truco: También se puede hacer una masilla casera de una manera muy socorrida y rápida con un poco de serrín mezclado con cola blanca por que el efecto y el resultado es el mismo.)
A continuación apliqué una mano de imprimación que haría las veces de tapa poros y sería la base para proceder, posteriormente, a lacar el esquinero:
Una vez seca la capa de imprimación, di un lijado rápido con un poco de lana de acero para eliminar posibles restos e imperfecciones y para dejarlo perfectamente pulido.
Utilicé una pintura acrílica blanca para lacar el esquinero. Apliqué una primera mano aunque suponía que tendría que dar, por lo menos, dos manos más ya que el color inicial del esquinero era bastante oscuro.

Al final apliqué tres manos de pintura acrílica y después del secado, ¡ya estaba listo!:

La verdad es que es un trabajo rápido y muy sencillo. Con un simple lacado, el esquinero ha quedado más moderno y como nuevo. Creo que buscando un lugar adecuado, quedará perfecto. 
Y mi hermano encontró el sitio perfecto.


Hace algún tiempo, él decidió cambiar de nuevo el esquinero por que quería darle un toque más elegante aunque igual de moderno.
Decidimos cambiar el color y elegimos un color negro satinado muy chulo que le daba ese toque elegante. 


Para modernizarlo más, decape los bordes de las baldas y del esquinero para darle un toque desgastado y aplique unas cuantas manos de cera para dejarlo bien protegido y para que el acabado fuera perfecto.

y ahora, ¿cuál os gusta más?